¡¡Hoooola, hoooola, hoooolaaa!!
¡Ya estamos aquí otra vez, dulceros!
Y esta vez volvemos para ponernos por última vez las mallas y el atuendo de chorizos por última vez antes de las vacaciones de verano. Era el primer asalto del pinche-aprendiz Poty y Cuky había creado muchas expectativas al respecto, así que, los dos perrunillos estaban entusiasmados. Perrunilmente.
Cuky tiene alma de profesor nato y está entrenando a Poty para que sea su mano derecha. Hasta unas mini-mallitas le compró para la ocasión. Unas a juego con las suyas. Y los dos estaban como dos cromitos peluditos. ¡Para achucharlos!.
Habíamos estado de vacas en el sur y Cuky había perdido la carga de las pilas perrunas por culpa del calor, (a los dos nos gusta más bien poco. Poty lo llevaba mucho mejor), así que, al volver al norte, necesitaba un buen chute de dulces para ponerse manos a la obra con el asalto de nuestra paisana Belén, que también es de Asturias. Por lo que el asalto nos hacía especial ilusión.
Ahí estaban mano a mano Poty y Cuky maquinando el plan de asalto sobre el escritorio del chef cuando los encontré. Estaban tan enfrascados que no quise molestarlos. Les llevé unas tacitas de chocolate y los dejé a lo suyo, esperando que el chef no liase ninguna de las suyas. Por suerte, no la lió. Es más, no me enteré ni del asalto. Un buen día por la mañana, me levanté y estaban dormidos como benditos, (cosa rara porque siempre suelen estar tocando las naricillas a primera hora, hasta que me despiertan). De primeras no me extrañó, hasta que fui a la cocina y vi sobre la mesa restos de miguillas, un par de tazas y lo que parecía haber sido un asalto muy bien perpetrado: Este bizcocho de quesitos y almendras que os traemos hoy. Porque otra cosa no pero, el dulce y el queso nos encanta. Así que el chef tenía claro desde el principio qué debía chorizarle a Belén y cómo debía hacerlo... Cuando se levantaron, entre los dos acabaron con lo que quedaba de bizcocho. Estaban hechos polvo después del asalto así que, volvieron a dormir toda la tarde. Y el pobre niño-grande, se quedó sin probar bizcocho... Un día de estos tendré que prepararle arroz con leche para resarcirle.
Os
preguntaréis que qué tal el chef y el pinche por tierras andaluzas. Qué
tal llevaban los calores y esas cosas... Y la verdad es que mal y bien.
Mal el chef, medianamente bien el pinche. Y yo mal, mal. Tan mal que
volví tan cangrejil como John Lennon cuando se dejó caer por tierras
almerienses. Sí, estuvimos en Almería, y en el mismo pueblo que pisase
John Lennon 50 años antes, por lo que me hizo especial ilusión, pero es
que con el calor no me apetecía ni moverme. El chef y yo somos más de
frío, de taza de chocolate y de manta. Y de tener un color blanco
brillante (y manchitas color canela). Poty se ve que el color lo coge
bien y de vez en cuando se dejaba poner al sol, donde se quedaba un
ratito durmiendo. Para comerlo.
~10 quesitos (tipo "El Caserío)*
~250 ml. de leche entera**
~150 ml. de aceite de oliva suave
~4 huevos L
~200 grs. de azúcar blanco
~100 grs. de azúcar moreno***
~350 grs. de harina de trigo común
~150 grs. de almendras machacadas
~1 cucharadita rasa de levadura química (tipo royal)
Notas:
*Belén puso 8 quesitos en su receta
**Leche desnatada en la receta original
***Como somos unos dulceros empedernidos, teníamos que añadir otros 100 grs. más de azúcar, y qué mejor que el moreno, que le pone un toque acaramelado muy rico ;)
~Precalentamos el horno a 180º y engrasamos nuestro molde (nosotros utilizamos uno de bundt muy cuco que a Poty le hacía mucha gracia. No tenía él muy claro cómo quedaba la forma de rosita en el bizcocho, piensa que es "magia").
~Separamos las claras de las yemas y montamos las claras a punto de nieve. Reservamos.
~Batimos las yemas por otro lado con el azúcar, al menos 5 minutos, hasta que espumen y se vuelvan esponjosas, y vamos añadiendo los quesitos uno a uno, sin dejar de batir. Añadiremos el siguiente cuando el anterior esté bien integrado en la masa, para evitar grumitos.
~A continuación, añadimos el aceite en hilo, sin dejar de batir a velocidad media. Y seguimos añadiendo la leche de la misma manera.
~Por otro lado, tamizamos la harina y la levadura y la añadimos a nuestra mezcla anterior, esta vez, revolviendo ligeramente, para que se incorpore, sin añadir aire a la masa.
~Bajamos la temperatura del horno a 170º sin ventilador, o 160º con ventilador, vertemos la masa en nuestro molde ya engrasado, le damos unos golpecitos para quitar las burbujas, y horneamos a esa temperatura durante unos 50-55 minutos (el tiempo dependerá del horno), o hasta que al pinchar con un palillo veamos que sale seco.
~Pasado este tiempo, sacamos el bizcocho con cuidado del horno y dejamos enfriar 10 minutos sobre una rejilla antes de desmoldar. El nuestro al ser un bundt deberá hacerse con más cuidado, dándole unos ligeros golpecitos antes de darle la vuelta con mucho mimo.
Es un bizcochete denso pero muy dulce, ¡guau!. Las almendritas le dan el toque crujiente y muy a mi pesar, no sabía a quesitos..¡Pero bien rico que estaba!. Le doy 7 guaus.
Como apunta el chef en su valoración, es un bizcochete denso, por los quesitos, pero muy dulce y con un sabor especial, y las almendras le dan un toque muy rico. Sólo os falta un vasito de leche fresquita para degustarlo y esconderos del chef y el pinche para que no os lo roben, como al pobre niño-grande.
Esperemos que no estéis pasando mucho calor con esta ola de calor (valga la redundancia), o que tengáis a mano un buen abanico/aire acondicionado/abanico/hielo/loquesetercie. El chef ya está pensando en hacer helados para este verano...A ver qué sale de ahí, miedo me da.
Sed felices y pasad poco calor ;)
¡Feliz verano!
¡¡Abrazo de osete veraniego!!
Honey Kiss.