Cuky y los cristianos renacidos
Hay que ver...Las historias del chef no tienen límite y hoy, os traemos una surrealista totalmente, como nos tiene ya acostumbrad@s.
Hacía tiempo que no os contábamos ninguna de esas peculiares historias. Esta va a ser cortita pero, muy de la marca "el chef". Agarraos, que vienen curvas.
Aquí lo tengo, té en mano y gafas-falsas en hocico, (empeñándose con el calor del té), contándome con todo detalle cómo fue su época de misionero en Ecuador. Una época que duró poco. Un día, para ser exactos. Pero, según él, (carraspeando aquí a mi vera), el tiempo no importa, lo que importa es la calidad del mismo. Y dice que por calidad, calidad, más que dos días, parecieron dos años. Algo así como 7 años en el Tibet, pero sin ser 7 años, y sin ser en el Tibet. Ya lo vais pillando.
Hallábase el chef en Ecuador tomándose un año sabático, (que, no sé cómo se arregla pero, todas sus historias comienzan por un año sabático), cuando le ofrecieron un spot televisivo. No lo recuerda muy bien pero, de lo que sí está seguro, es que por los alrededores del set había una plantación de cacao, (ahí venía fraguándose ya su romance con el chocolate en particular y el dulce en general).
Del spot no recuerda mucho, salvo los 3 kilos de chocolate que se metió entre pecho y espalda, como pago por el mismo, (de aquella, como todavía no era famoso -en realidad, no llegó a serlo nunca- le pagaban en especias, y a veces, literalmente: "en especias"). De lo que sí se acuerda es de haber sido abordado al llegar al hotel en el que se alojaba, tras un duro día de grabación, para hablarle sobre la palabra de Dios y su misión en la vida.
Un sol de justicia, 800º a la sombra, unos mosquitos como helicópteros, y el chef sin comer, (salvo la panzada de chocolate que llevaba). Los perrunos que le abordaron se hacían llamar los "Hijos de los cristianos renacidos"...O algo así. Una especie de perros voluntarios que viajaban por América del sur ayudando a los guaus más necesitados.
Al chef a bueno, no lo gana nadie, pero en vagancia tiene un máster, y en glotón, un doctorado. Así que, cuando llevaba un par de horas pululando por allí, (ayudando, claro), le picó el gusanillo del hambre y del sueño, (todo junto), y buscó una sombra donde cobijarse y dormir un ratillo la siesta. Una siesta que duró 8 horas, como las que se suele echar él. Tanto fue así que, se olvidaron de él. Para cuando quiso despertarse, ya se habían ido todos,y su historia como voluntario....Pues quedó para contaros aquí, en "petit comité".
Pero bueno, lo verdaderamente importante es que hoy os traemos...¡¡¡Un cheesecake!!!. ¡¡¡Bieeeeeeeeeeeeeen!!!. Chupi, chupi. Con lo que nos gustan, ¿y a vosotros? ^^
9 comentarios
A mi también me encantan los cheescakes, y la historia de cuky y su momento de fama mal pagado, jaja. Eso de los tres kilos de chocolate, bueno, yo si me los comía de un sentón. Saludos!!
ResponderEliminarYo creo que en otra vida fui rtoncito!! además a mis tres perritos, bueno mis niños peluditos, les encanta el queso y lo tengo que esconder de ellos.jajaja!! Así que tanto para mí como para ellos me has puesto delante todo un manjar. Con esas fotos no hay quien se resista a un buen trozo. Un beso
ResponderEliminarMe encantan vuestras historias perrunas!!!, ja,ja,ja...tenéis que editar un libro con vuestras aventuras!!!. Y otro de recetas!!!, que me quedo ensimismada siempre con ellas. Besines!!!
ResponderEliminarEn casa trabajo mucho el ratoncito Perez......pero sobre todo a los miembros de esta familia les encanta el queso por lo que tu tarta en casa duraría bien poco......¡¡¡¡
ResponderEliminarBesitos¡¡
Nuestro chef lleva una gran historia a sus espaldas ¡cómo me gustan sus anécdotas! (un poco de abuelo cebolleta pero no se lo digas que no quiero que se enfade conmigo que lo quiero mucho desde nuestra merienda)
ResponderEliminarEsta cheesecake me ha dejado con los ojos en blanco. Tengo ganas de probar una con un queso menos suave que el de untar y esta apunta muy buenas maneras. ¡Tengo que probarla!
¡Besos mil!
Hola! Qué pinta más buena tiene este cheesecake, se nos hace la boca agua con la foto del corte! Gracias por compartirla! Besis
ResponderEliminarJajajajaja me meo con las historias del Chef!!! pues si resulta que ha tenido más vida y aventuras que nosotras pichi! jajaja Y el cheesecake tiene una pinta...mira que a mí el queso brie sólo no es de mis preferidos, pero en esta tarta se me antoja probarlo, seguro que está buenísimo!!
ResponderEliminarBesitos para los dos, bonitos!!
Cuky tiene mucho cuento, eso me parece a mí, jjj, algún día nos dirá la verdad que esta historia no me cuadra mucho. Sí me cuadra la tarta de queso brie, sin probarla sé por su pinta que debe estar impresionantemente rica. Un trocito por favor... Besos para todos.
ResponderEliminarDios mio esta tarta de queso, es algo digno de ver, y mucho mas digno poder comerla, que fotos mas maravillosas, me ha encantado, como me encantan las historias de nuestro querido chez. Mil besicos cielo
ResponderEliminarTu comentario enriquece a este blog. ¡Cuky y yo te lo agradecemos con ilusión!